lunes, abril 30, 2007

Caminando.



En esto no hay caminos fáciles, los que los ven fáciles o son tontos o no están caminando... ya ya... llevo muchos kilómetros... ya ya... a ratos me canso... ya ya... descanso porfa!!!.

Ahí había una banquita, de esas amistosas que te llaman a sentarte, a compartir tu cansancio con ellas, era de tablas, pintada blanca y un poco sucia, no importó mucho eso en realidad pero lo recuerdo, tanto como la canción que sonaba en el winamp cuando leí aquel escrito, tanto como la sensación que sentí cuando vi la inmensidad de aquel color... ya!. Me senté y repetí un par de veces aquellas palabras que ya sentía como mías, tomé un poco de agua, moví mi cuello y dejé aquella banquita.

El resto no es para contarlo aquí y en ninguna parte realmente, sólo tengo claro que no puedo contra esa maravillosa fuerza que me lleva a estar en determinados lugares y bajo ciertas circunstancias, sé que no puede ser el azar el que me llevó allí, aunque tampoco mis determinaciones son las más correctas (debo mandarme por lo menos dos embarradas promedio al día), lejos de ser alguien a quien imitar, lejos de ser alguien quien mucha mucha gente desee tener a su lado pero si la gente justa. Esa que es exactamente lo que esperas, que muy poco decepciona no por que sean perfectos, sino por que los quieres con sus defectos. Me acordé de una canción, oh! la dediqué una vez, nunca aprendo que eso no se hace si quieres tener una vida sin ese tipo de "pena" (en comillas por que en realidad ya no me da pena!) .

Hay algo del relato... aquel día conocí a una persona... no es un amigo, ni un amante, es un cable a tierra que estoy perdiendo, no es malo que lo deje ir, es simplemente evolución. Es simplemente sentir que donde quiera que él esté estará un pedacito de mi, sin que duela, sin que haga ningún tipo de daño.

El camino estaba lleno de obstáculos, corrí, avancé y llegué... le hablé y me reconoció. Nos miramos un instante. Sonrió y el mundo pareció más sencillo por un momento, caminamos y el cansancio nunca disminuyó, por que es imposible que no canse una situación así, sentimos llover y guardamos momentos en fotografías. No sé si eso sea felicidad pero es algo que se le aproxima demasiado. Esto tiene magia.

Sólo quedan unas horas para que llegue mayo :S


Isa.-