viernes, abril 13, 2007

Ella.


Cuando ella era más joven escribía en demasía, realmente eran cosas lindas, con un contenido más elaborado y un lenguaje que parecía no ser de su edad, encontré los cuadernos donde siempre han estado, y la letra no ha cambiado mucho pero si los cuentos de esas épocas, ella creía que las novelas no podían hacerse realidad , siempre eran cosas imposibles y con finales inesperados y tristes, muy pocas veces tienen final si se miran con paciencia, por que en definitiva nunca sabemos cual es el final de algo y el principio de otra cosa. Es que a ella la entiendo mucho por que gastó parte importante de su vida en algo que le apasionaba y no tenía de otra, no podía escapar de eso por mucho que quisiera. Igual era ingenua, no es que ahora no lo sea, a ratos creo que lo es más por que cree que puede conseguir todo lo que desea si se lo propone y esa niña saabía muy bien los limitantes que su propia vida le había dado.

Hay momentos en que imagino que ella viene a visitarme y me cuenta por que escribía tales cosas, por que hablaba de esos amores imposibles si realmente no entendía a ciencia cierta como era ese sentimiento. Hay momentos en los que que creo que siempre supo lo que era amar lo imposible, eso de las pequeñas cosas que hacen la diferencia pero que no se pueden superar. Hay momentos en que la niña es más inteligente, guapa y dulce que la que ahora escribe por que definitivamente no tenía nada que perder, soñaba y reía a ratos pero a sorbitos bien cortos por que tenía más que claro su destino. Cuando ya no tienes claro que es lo que realmente quieres de la vida, cuando las cosas te alegran más de la cuenta, cuando ya eres capaz de amargarte por que no salen las cosas como tú deseas es que ya esos cuadernos deben volver a su lugar.

Por suerte creo que los tendré prestados un tantito de tiempo más. Para inspirar el alma, para ver que de lo que fue y de lo que es hay mucho en común aunque no lo parezca. Son dos vidas totalmente diferentes, una sola alma.

Isa.-