Por algo pasan las cosas, la fuerza de las obligaciones y responsabilidades la llevo a tomar otro camino, el de la tranquilidad, la rutina y lo mejor para todos los que la rodean. Como saber que ruta es la correcta cuando esa seguridad está imprimida en su mirada, en sus acciones, hasta en las cosas que menos la apasionan. Es como si de un tiempo a esta parte se pudiera controlar todo aquello extraño por lo que tanto sufrió en su momento. Esa seguridad que la hizo estar a punto de tirarse a un abismo, a punto por que surgió un detalle que no estaba en sus planes, en los planes de nadie, ni del más precavido y observador de las personas. No no... ahora te pones a llorar diría alguien, ahora mandas todo lejos y te hundes, ahora ahora... ahora nada... esa no es la pequeña que salta comiendo galletas. Ya no lo será jamás.
Si lograra saber de donde viene la seguridad que ella tiene, se la robaría para atreverme a hacer ciertas cosas, por que estamos tan condicionados por ciertas circunstancias, por que nos importan hechos que deberían darnos igual, por que en mente están tamañas tonteras dando vuelta. Leelo solo, es para ti, nadie debe salir herido de esto, sólo quiero que lo leas y que lo interpretes, ni siquiera pido una respuesta por que las mejores respuestas no las dan las palabras sino los hechos y bastante sé de eso. Me basta con su mirada para entender que es lo que sucede o lo que no. Lo que nunca será.
Un poco de esa seguridad para seguir caminando fuerte, es necesario y me gusta, no tiene más obstáculos de los que tú mismo quieras darle por eso parece tan complicado en momentos, tan amplio y despejado en otros, estaré relativamente cerca tuyo por si decides darme un pedazo de lo que a ti te sobra.
Isa.-
