Mantenía un ritmo de escritura tan ajetreado como los días... volaban las letras de la mente al papel como las hojas del calendario. En fin todo llega a un punto de irremediable cambio, ni para bien ni para mal... el cambio es algo a lo que debemos acostumbrarnos, nunca he vivido dos días ni dos noches igual, soy tan ñurda para tantas cosas que aunque las imitara no resultarían, tampoco han habido horas iguales, ni las que paso frente a una pantalla, ni las que paso dentro del maravilloso sistema de transporte capitalino. Nada es igual.
Esto me recordó un comentario muy escuchado "por que tienes tantas barbies si todas son iguales", cabe entender que 2=2 no existe, que las barbies no son iguales ni siquiera en la anatomía que se supone comparten, lo noto en las ropas, que tema más estúpido, otra muestra de que este parrafo parece tener menos contenido que el anterior por ende distinto. Es que no se entiende el asuntillo este.
Hay días, más bien noches en las que me pregunto que es lo que realmente debería cambiar en mi para sentirme en un cien porcien, será dejar de exigirme o más bien dejar de exigirle al resto. Ambas cosas son inherentes a mi persona, a ambas me niego, sabiendo las consecuencias... pero es que como voy a dejar que haya personas tan estúpidas, o como peor, dejarme ser tan estúpida en determinadas ocasiones, como dejarme pasar llevar por xx razones, como olvidar, como recordar, como ser, como estar.
Y aún así hay un montón de gente que me quiere igual y no lo comprendo, más cuando soy capaz de decir lo mal que hacen las cosas, sabiendo lo mal que las hago yo, más sabiendo que quizás lo que necesitan escuchar no es una verdad sino más mentiras como las han escuchado por largos años, por que siendo sinceros, una mentira linda vale más que una verdad. Y ese miedo, ese brusco acercamiento con lo que no se quiere ver hace que no estén aquí, como quizás también hace que haya mucha gente que si esté y que me sienta eternamente agradecida.
Si pudiera hacer que algún momento se repitiera sería alguno de los cuales he sentido que comprenden la postura con la que veo la vida. Donde se entiende que mi terquedad tiene una razón fundamentada y no la de una niñita que no sabe que hacer con su vida. Si pudiera hacer que algún momento volviera a mi mente sería recordar algo que lamente con el alma haber perdido gracias a mi modo de ver las cosas y que eso pudiera hacer que algo en mi cambiara. Si pudiera hacer que un sueño se hiciera real, claramente sería la empatía... otro largo recuento del sueña mi sueño.
No lo intentes, no pasará. No lo busques, llegará solo.
Isa.-
