Y parece que la botella se rompió y el tiempo de ella se esparció... un segundo fue una eternidad, años pasaron como una rafaga por la cabeza de ambos, no sé si se rompió la magia o fue darle un empujón para que ésta tuviera más fuerza y que pase lo que pase nunca se olvide de lo que nunca fue.
Mañana de un sábado de otoño... pasos descuidados o más bien demasiados cuidados, siempre atenta a cualquier cosa que pudiera pasar pero sin quedarse en el detalle que ese día le cambiaría la visión de lo que pensaba, nunca se supo por que llegaron a encontrarse si eran tan distintos, quizás el destino pone esas pruebas para que nos demos cuenta de la diversidad que puede existir pero existió, allí en la misma sala se encontraban dos personas con gustos similares pero estilos de vida distintos. Ella joven e inexperta, él apasionado, inteligente y agradecido de lo que la vida le dió. Pocas veces conversaron, menos veces seríamente creo que eso no importa ya, si dentro de los sueños sigue estando es que era algo grande, algo tan grande que no se pudo dimensionar, pero todo fue muy claro en su instante, ambos vieron el atardecer llegar, ambos miraron la misma estrella creyendo que era de ellos, ambos cosecharon su siembra, rieron y aprendieron, conocieron y lucharon. Quizás hubiera sido tan fácil todo que ya no estarían recordando lo que empezó hace siete años. Muchas veces aunque se pierda es mejor lo que nunca fue.
De uno a diez, esto tuvo un diez.
Isa.-
Mañana de un sábado de otoño... pasos descuidados o más bien demasiados cuidados, siempre atenta a cualquier cosa que pudiera pasar pero sin quedarse en el detalle que ese día le cambiaría la visión de lo que pensaba, nunca se supo por que llegaron a encontrarse si eran tan distintos, quizás el destino pone esas pruebas para que nos demos cuenta de la diversidad que puede existir pero existió, allí en la misma sala se encontraban dos personas con gustos similares pero estilos de vida distintos. Ella joven e inexperta, él apasionado, inteligente y agradecido de lo que la vida le dió. Pocas veces conversaron, menos veces seríamente creo que eso no importa ya, si dentro de los sueños sigue estando es que era algo grande, algo tan grande que no se pudo dimensionar, pero todo fue muy claro en su instante, ambos vieron el atardecer llegar, ambos miraron la misma estrella creyendo que era de ellos, ambos cosecharon su siembra, rieron y aprendieron, conocieron y lucharon. Quizás hubiera sido tan fácil todo que ya no estarían recordando lo que empezó hace siete años. Muchas veces aunque se pierda es mejor lo que nunca fue.
De uno a diez, esto tuvo un diez.
Isa.-
