Quizás escribiendo sea la única manera en que puedan calmarse las aguas... en que todo esto tome un sentido, pero ya he escrito tanto.. y no encuentro mucho consuelo en las palabras, quisiera pensar que todo está bien, que alguien me abrirá la puerta de la pieza y me dará un abrazo, me dirá que no me preocupe, que la tormenta pasará y que siempre estará a mi lado. sé que eso no va a pasar. Y los minutos se hacen inmensamente largos, sin siquiera saber que es lo que espero, bueno lo sé pero son de esas cosas que no dependen de uno y que se transforman en imposibles por ello.
No me puedo los pies, tampoco mucho las manos entre que tiritan y se sienten extrañas, como fuera de mi, no puedo la pena, ni me alcanza la fortaleza. No es fácil saber que en menos de 24 horas cumplirás 23 años y que estos has sido horribles en general, que he luchado mucho para conseguir las cosas pero que me las arrebatan facilmente por que les parezco poquita cosa o que sé yo.
Escribo para matar las horas, por que no quiero que las horas me maten a mi. No salen cosas coherentes salen cosas verdaderas, salen ganas de desaparecer, salen lagrimas y desencantos. Igual sé que acá puedo escribir tranquila por que nadie lo lee, eso reconforta. Sólo tengo miedo a no poder seguir escribiendo, a que se acaben las fuerzas, que desencanto es este mundo si sólo tuviera una mínima esperanza de que hay otro esperándome me iría pero sé que no hay otro y que tengo que agarrarme de este pero no sé de donde agarrarme, no sé a quien pedirle ayuda. Por que me la niegan... por que nací negada de muchas cosas, de salud, de dinero y ahora de compatibilidad con mi entorno. La gente no me quiere y yo no puedo hacer que me quieran. Yo no puedo ser dulce y cándida si he sufrido tanto, si me dan la espalda siempre. Yo no puedo ser amorosa y gentil si no les intereso.
Cada día se cierra una puerta y esas famosas ventanas no se abren. Por que creo que en este momento no tengo fuerzas para empujarlas y sé que nadie lo hará por mi. Nunca nadie ha hecho nada por mi.
Isa.-
No me puedo los pies, tampoco mucho las manos entre que tiritan y se sienten extrañas, como fuera de mi, no puedo la pena, ni me alcanza la fortaleza. No es fácil saber que en menos de 24 horas cumplirás 23 años y que estos has sido horribles en general, que he luchado mucho para conseguir las cosas pero que me las arrebatan facilmente por que les parezco poquita cosa o que sé yo.
Escribo para matar las horas, por que no quiero que las horas me maten a mi. No salen cosas coherentes salen cosas verdaderas, salen ganas de desaparecer, salen lagrimas y desencantos. Igual sé que acá puedo escribir tranquila por que nadie lo lee, eso reconforta. Sólo tengo miedo a no poder seguir escribiendo, a que se acaben las fuerzas, que desencanto es este mundo si sólo tuviera una mínima esperanza de que hay otro esperándome me iría pero sé que no hay otro y que tengo que agarrarme de este pero no sé de donde agarrarme, no sé a quien pedirle ayuda. Por que me la niegan... por que nací negada de muchas cosas, de salud, de dinero y ahora de compatibilidad con mi entorno. La gente no me quiere y yo no puedo hacer que me quieran. Yo no puedo ser dulce y cándida si he sufrido tanto, si me dan la espalda siempre. Yo no puedo ser amorosa y gentil si no les intereso.
Cada día se cierra una puerta y esas famosas ventanas no se abren. Por que creo que en este momento no tengo fuerzas para empujarlas y sé que nadie lo hará por mi. Nunca nadie ha hecho nada por mi.
Isa.-
